jueves, 3 de diciembre de 2009


Esa paloma en la medianoche otoñal.

Encontró resguardo bajo la arcada en donde generaciones pulverizadas revolotearan con el tañir acompasado de la ahora inexistente campana de difuntos, mientras allá abajo, en el terreno de la vida vertical, una mano santiguara el suspiro embozado de un "por hoy yo no fui".

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